¡Ah, la dicha de tener empleados comprometidos!
Les emociona levantarse en la mañana para ir a trabajar. Llegan a tiempo. Agradecen el aprecio y el respeto de sus patronos y de sus compañeros de trabajo. Dan el 100%. Permanecen.
Lograr buenas tasas de retención y compromiso del empleado son las principales prioridades de la mayoría de los gerentes y ejecutivos de recursos humanos. Después de todo, ¿qué compañía no quiere atraer y retener al mejor talento, y mantener a sus empleados comprometidos?
Un empleado comprometido es un lujo. Los empleados comprometidos son trabajadores motivados. Y los trabajadores motivados son más productivos. A su vez, más productividad significa más ganancias.
Sin embargo, lograr el compromiso del empleado puede ser un reto enorme en el mercado laboral actual. Estos días, no hace falta mucho para que un empleado cambie de trabajo. ¿No estás inspirado? Cambia de trabajo. ¿Estás aburrido? Cambia de trabajo. ¿Te sientes estancado en tu empleo? Cambia de trabajo. ¿Te pagan muy poco? Cambia de trabajo. ¿Tu jefe es desagradable? Cambia de trabajo.
COMPROMISO DEL EMPLEADO Y CULTURA ORGANIZACIONAL
Los empleados comprometidos son aquellos que sienten una conexión emocional hacia la empresa. Esta conexión influye en su comportamiento y en el empeño que ponen en su trabajo. Les entusiasma su trabajo y están comprometidos con los valores y las metas de la organización. Como resultado, tienen un impacto positivo en el desempeño y en el éxito de tu organización.
La naturaleza misma del trabajo, así como las condiciones del empleo, influyen en el compromiso del empleado. Los valores son su esencia—los mismos valores que forman la cultura organizacional.
La cultura organizacional se refiere a las creencias, valores y comportamientos que determinan cómo los empleados y la gerencia de una empresa interactúan y manejan las transacciones que no están relacionadas al negocio. Frecuentemente está implícita y se desarrolla orgánicamente con el tiempo, acumulando las características de las personas contratadas por la empresa.
Al igual que el compromiso del empleado, una cultura organizacional saludable es un componente esencial en el éxito o fracaso de cualquier empresa.
“En una cultura saludable, los empleados se ven como parte de un equipo y les satisface ayudar al éxito de la empresa”, reza la versión en inglés de la revista empresarial, Inc.
“Cuando los empleados sienten que están contribuyendo a un esfuerzo grupal exitoso, es probable que su nivel de compromiso y productividad—y por tanto la calidad de los productos y servicios de la empresa—mejoren. En contraste, los empleados en una cultura no saludable tienden a verse como individuos, como entes separados de la compañía, y se enfocan en sus propias necesidades. Solo realizan las tareas más básicas de su trabajo y su principal motivación—quizás la única—es el cheque de nómina”.
Según un reporte del Harvard Business Review, los seis componentes de una gran cultura organizacional son:
- Visión
- Valores
- Costumbres
- Personas
- Narrativa
- Lugar
Gracias a los avances tecnológicos en la industria de reclutamiento, actualmente existen herramientas innovadoras que te permiten analizar tu cultura organizacional e identificar los valores fundamentales de tus empleados. De esta manera puedes ser más preciso y eficiente al momento de contratar personas que se ajusten a la cultura de tu empresa.
Aún delineando el ADN de tu empresa con tecnologías emergentes, aumentar el compromiso del empleado y construir una cultura organizacional saludable puede ser tarea difícil, pero gratificante. Hay muchas formas de lograr el compromiso del empleado y mejorar la cultura organizacional.
Aquí hay algunas ideas para que comiences:
1. Establece los valores y la misión de tu empresa
Si no sabes el propósito de tu compañía, ¿cómo pueden tus empleados entender lo que están haciendo y por qué lo hacen?
- Alinea tu compañía con un propósito. Guía a tus empleados para que se enfoquen menos en lo que están haciendo y más en la razón por la cual lo están haciendo. Los empleados, particularmente los que pertenecen a la generación de los Millennials, trabajan mejor cuando piensan que están haciendo una diferencia o contribuyendo con una causa más grande que ellos mismos.
- Establece valores y declara una misión genuina. Evalúa tu visión y tus metas e ingéniate una misión corporativa honesta, única y verdaderamente significativa. No adoptes una frase genérica y vacía solo para tener algo que imprimir, enmarcar y colgar en la pared.
- Mantén viva la misión. Hazla parte de la función diaria de tu negocio. Recuérdales frecuentemente a tus empleados por qué hacen lo que están haciendo y cómo sus contribuciones están ayudando a la empresa a alcanzar sus logros.
- Permite que los equipos establezcan sus propios valores (además de los valores de la compañía). Acordar y establecer su propio conjunto de valores es un ejercicio que fortalecerá los lazos entre los miembros de cada equipo. Esto les ayudará a estar más comprometidos y a ser más productivos.
2. Empodera a tus empleados
El poder de tomar decisiones confiere a los empleados un sentido mayor de responsabilidad y pertenencia. Por lo tanto, aumenta su nivel de compromiso. Los empleados a quienes no se les permite tomar decisiones importantes se desconectan emocionalmente de la empresa.
Esto no significa que tienes que ceder el control de tu empresa. Puedes asignar la toma de decisiones a empleados capaces. Asegúrate de darles más responsabilidad; no solo asignarles más tareas.
3. Ayuda a tus empleados a alcanzar sus metas profesionales
La fuerza laboral de hoy es móvil. Puede que las metas profesionales de tus empleados los lleven por caminos que conduzcan a otras empresas. Sin embargo, destruir sus sueños o poner obstáculos en su camino, en un intento por retenerlos en tu empresa, solo producirá empleados miserables.
Interésate por conocer las metas profesionales de tus empleados y encamínalos para que alcancen esas metas. Puedes ayudarles a adquirir destrezas mediante cursos, talleres, internados y ascensos.
4. Promueve desde adentro, permite movidas laterales
Una forma certera de desalentar a los empleados, particularmente a aquellos interesados en crecer dentro de tu empresa, es el hábito de contratar personas ajenas a la empresa. En ocasiones, las empresas contratan personas externas con la esperanza de ahorrar dinero. Sin embargo, el daño que causan en la moral de sus empleados, en su motivación y en su compromiso, les puede costar mucho más que ese ahorro potencial. Entre las múltiples ventajas de contratar internamente, está el hecho de que un empleado ya conoce tus valores y tu misión. Además, encaja con tu cultura organizacional.
Otra forma es permitiendo las movidas laterales. Hacerlo representa una mejor oportunidad de retener talento que no permitirlas. De una parte, tus empleados más jóvenes aún están tratando de descifrar su trayectoria profesional. Por la otra, los más veteranos pueden sentirse aburridos o agotados en las posiciones que ocupan. Cuando algún empleado expresa interés en otra posición, ayúdalo a diseñar un plan que le permita prepararse para ocupar la posición que desea. Ganarás su confianza y, con toda probabilidad, se quedarán con tu empresa en lugar de buscar oportunidades de crecimiento en otras compañías.
5. Provee mentoría, adiestramiento y coaching
El adiestramiento no debe detenerse luego del periodo inicial de probatoria. Los estudios demuestran que los empleados que continúan recibiendo mentoría y coaching están menos dispuestos a renunciar que quienes no reciben adiestramiento continuo. No necesariamente todos los empleados necesitan coaching, pero algunos sí. A muchos otros les gustaría tener un mentor.
Puedes ofrecer sesiones semanales de coaching para discutir las estrategias que pueden ayudar a los miembros de tu equipo a tener un mejor desempeño. Puedes ser mentor de algún empleado que tenga dificultades o que esté mostrando señales de desconexión emocional.
Utiliza un enfoque personal en vez de un método genérico o ensayado. Si no puedes encargarte tú mismo de hacerlo, asígnale al empleado un gerente o compañero de trabajo que pueda servirle de mentor. Es una gran oportunidad de mejorar el desempeño en tu empresa, disparar los niveles de compromiso del empleado y mejorar tu cultura organizacional.
6. Promueve el aprendizaje y el desarrollo personal
Una mente paralizada no puede innovar. Promueve y motiva a tus empleados a que aprendan cosas nuevas y continúen desarrollando sus destrezas. Los largos días de trabajo pueden obstaculizar el desarrollo personal.
Por lo tanto, debes considerar conceder algún tiempo a tus empleados con ese propósito. Puedes designar, por ejemplo, 30 minutos al día para que trabajen en proyectos personales o para que aprendan algo nuevo que les ayude a ser mejores personas y profesionales. ¿Qué ganas con esto? Más creatividad, energía y moral. Todos estos elementos conducen a tener empleados comprometidos, más felices y más motivados.
7. Sorprende a tus empleados con un conferenciante motivacional
No existe tal cosa como demasiada inspiración. Contrata a un conferenciante motivacional un par de veces al año para que trabaje su magia con tus empleados. Al igual que la mentoría y el coaching, un buen discurso motivacional, los talleres de creatividad y las actividades de integración de equipos pueden hacer maravillas por tus empleados y por tu organización.
Al seleccionar un conferenciante motivacional, considera los intereses de tus empleados y lo que es importante para ellos. Escoge un conferenciante que comparta tu cultura organizacional (y por lo tanto, los valores de tus empleados), y obtendrás excelentes resultados.
8. Relájate y diviértete
No se puede enfatizar demasiado el poder de la diversión para lograr el compromiso del empleado y provocar cambios culturales positivos. Los eventos sociales son excelentes para crear vínculos entre tus empleados. También son el escenario perfecto para que empleados que normalmente no interactúan entre sí puedan conocerse. Además, la diversión es el mejor antídoto para el estrés.
Toma la mitad de un viernes para hacer algo divertido juntos. Vayan a jugar bolos o laser tag. Hagan algún deporte al aire libre o asistan a algún evento deportivo local. Váyanse de picnic al parque. Llévalos a comer helado. Hagan un almuerzo donde cada uno traiga un platillo diferente.
Hagan una caminata, tomen fotografías y colóquenlas en una pared de la oficina. Organicen días o noches de juegos de mesa. Invéntense su propio día feriado o decidan un tema interesante para organizar una fiesta. Lo que hagan no es tan importante como hacer algo que agrade a tus empleados. Investiga sus gustos, disgustos e intereses y esfuérzate por hacer un buen plan.
9. Promueve el voluntariado y las actividades benéficas
Mejora el compromiso del empleado y atrae al público general involucrándote en actividades benéficas y de voluntariado. La mayoría de las personas prefiere trabajar para una empresa que aporte a su comunidad. Les hace sentir bien acerca de sí mismos y de la compañía para la cual trabajan. Las organizaciones filantrópicas tienden a contar con altos niveles de compromiso del empleado. Como consecuencia, también tienen mejores culturas organizacionales.
Dona dinero a una organización local sin fines de lucro. Auspicia un evento caritativo. (Considera contratar un coordinador de eventos para asegurarte de que todo funciona a la perfección.) Otorga a tus empleados algunas horas cada mes para que ofrezcan su tiempo como voluntarios para apoyar sus causas favoritas. Alternativamente, organiza equipos de voluntariado para servir a una o más organizaciones sin fines de lucro.
10. Aumenta salarios, amplía beneficios
Este punto no requiere mucha explicación. Cuando se trata de salarios, beneficios y ventajas, los empleados que consideran que están recibiendo migajas se van. Si se quedan, usualmente se convierten en manzanas podridas.
11. Enfócate en la colaboración
La colaboración no significa trabajar en el mismo espacio e intercambiar unas cuantas palabras aquí y allá. La colaboración va más allá del trabajo en equipo. Requiere que dos o más personas trabajen juntas para alcanzar metas específicas del negocio y para proveer soluciones. Usualmente envuelve una sesión de ideas para luego compartirlas y asignar tareas.
La colaboración brinda un sentido de propósito y una meta común a los miembros de un equipo. Sus beneficios no se pueden sobreestimar. Mejora la eficiencia y la productividad, desarrolla destrezas, resuelve problemas, genera ideas innovadoras, aumenta la satisfacción con el empleo y la retención de talento, entre otros.
13. Elogia y agradece a tus empleados
Otro punto que no requiere mucha explicación. Elogiar a tus empleados o agradecerles por un trabajo bien hecho no toma mucho tiempo. Sin embargo, los dividendos de esas palabras son significativos y duraderos. Agradece. Elogia cuando sea meritorio. Sé honesto al hacerlo.
14. Recompensa y celebra
Celebrar y recompensar el arduo trabajo de tus empleados les hace sentir valorados y apreciados. Debes recompensar a los empleados que tengan un desempeño sobresaliente y reconocer sus logros personales. También es buena idea celebrar los cumpleaños, asensos, retiros, aniversarios de empleo y otros eventos importantes. Considera tener una noche de premiación una vez al año. Es altamente probable obtener el compromiso de los empleados que sienten que reciben suficiente atención.
15. Incentiva las metas
Crea un nivel saludable de competencia y recompensa a tus empleados con incentivos por cumplir con las expectativas o excederlas. Algunos incentivos pueden ser boletos para un evento deportivo o para el teatro, tarjetas de regalo, cena para dos o tiempo libre. Recuerda, la competencia saludable tiene que ser justa.
16. Mantén abiertas las vías de comunicación
Si, si, si, ya lo sabes. Todos lo saben. Lo has escuchado un millón de veces. ¿Pero lo estás haciendo bien? ¿Estás manteniendo abiertas esas vías de comunicación? En primer lugar, ¿tienes vías de comunicación en tu empresa? ¿Hay un sistema formal de comunicación?
Si no lo hay, o si existe, pero no funciona como deseas, necesitas dejar lo que estás haciendo y enfocarte en la comunicación de tu empresa. La buena comunicación es crítica para lograr el éxito en cualquier organización. Es un paso que no te debes saltar. Punto.
Organiza sesiones de ideas con los ejecutivos, gerentes y empleados. ¿Cuáles son sus necesidades de comunicación? ¿Qué información debe compartirse y cuál sería una forma efectiva de compartirla? ¿Qué debes hacer con la información que recibas? ¿Cómo manejas las quejas de los empleados? Hay numerosas recomendaciones disponibles en línea acerca de cómo establecer y mantener abiertas las vías de comunicación en tu empresa.
Consejo extra: Por la razón que sea, las empresas tienden a guardar secretos. ¿Sabes cómo se sienten los empleados al respecto? No se sienten bien. Esta es una forma de ganarte la confianza y buena voluntad de tu equipo. Ofréceles información privilegiada. Mantenlos al tanto sobre lo que ocurre en la organización—cambios de dirección, situaciones desafiantes, nuevos productos y servicios en desarrollo, etc. Se sentirán respetados, incluidos—y comprometidos.
17. Brinda tu opinión y escucha las opiniones de los demás
Este punto va de la mano con mantener abiertas las vías de comunicación. Tus empleados necesitan conocer lo que están haciendo bien y lo que están haciendo mal (¡y tu también!). No leen mentes. A falta de comentarios, la frustración ocupará ese lugar. Esta es otra gran razón por la cual los empleados se desconectan de tu misión e impactan negativamente la cultura organizacional.
Los empleados que se destacan en sus trabajos disfrutan su trabajo. Comentarios honestos, racionales y profesionales sobre su desempeño son necesarios para que las personas puedan dar el máximo de sí mismos. Sé objetivo, respetuoso y amable. Algunas personas se ofenderán a pesar de lo cuidadoso y cortés que seas al ofrecer tu opinión.
Del mismo modo, anima a tus empleados a decir lo que piensan. Establece un sistema o marco donde los empleados puedan ofrecer su opinión. Procura que sea sencillo. Así no intimidarás a aquellos que se sienten un tanto incómodos de recibir comentarios u opinar sobre otros o sobre la empresa. Pudieras, por ejemplo, enviar una encuesta anónima.
Aquí algunas preguntas sencillas que puedes usar:
- ¿Cómo te estás sintiendo? ¿Cómo crees que otros se sienten?
- ¿Disfrutas tu trabajo? ¿Por qué? ¿Hay algo que la compañía pueda hacer para mejorar este aspecto?
- ¿Estás satisfecho con tus oportunidades de crecimiento profesional?
- ¿Tienes una buena relación de trabajo con tu gerente o supervisor? ¿Y con tus compañeros de trabajo?
- ¿Estás contento con tu compensación?
- ¿Tienes algunas ideas que pudieran ayudar a mejorar tu trabajo, el equipo de trabajo o la compañía?
Recuerda que, para que las opiniones sean útiles, debes actuar en base a los comentarios que hagan tus empleados.
18. Muestra respeto
El respeto debe ser la base de toda interacción en la oficina. Muchos gerentes y supervisores exigen respeto creyendo que se lo merecen solamente por el título que tienen. Ese tipo de respeto no es real. El respeto genuino se gana a través de palabras y acciones respetuosas.
Una forma de mostrar respeto a los demás es asegurándote de que tus empleados tienen todos los recursos que necesitan para hacer sus trabajos. Por ejemplo, pedirle a un equipo que genere reportes y documentos a diario cuando cuatro de cinco impresoras llevan días o semanas sin funcionar no es razonable. Además, desmoraliza a tus empelados. Exigir milagros de tus empleados cuando los encargados fallan consistentemente en producirlos es la cosa más injusta que puedes hacer. Verás cómo se desconectan emocionalmente de tu empresa.
19. Aclara las metas y responsabilidades
La confusión acerca de las metas y responsabilidades entre los empleados es un factor que contribuye al descenso de los niveles de compromiso. Los empleados no pueden comprometerse con algo que no entienden.
Le corresponde a la gerencia asegurarse de que los empleados entiendan su rol dentro de la organización, así como de proveerles el apoyo que necesiten. Entra en detalles. Haz preguntas y responde las preguntas del empleado. Explica los procesos cuidadosamente. A la larga, ahorrarás tiempo.
20. Presta atención a los nuevos empleados
El primer día de trabajo, en cualquier empleo, es una experiencia estresante. Los nuevos empleados necesitan toda la ayuda y apoyo que se les pueda brindar. No descuides este momento clave para ganarte su compromiso. No los dejes a la deriva. Les prestes o no les prestes atención tendrá un impacto en su nivel de compromiso.
Asegúrate de que los empleados nuevos conozcan a todos en el equipo. Planifica una salida con el equipo entero. Mientras más pronto el nuevo empleado cree vínculos con uno o más miembros del equipo, más rápido desarrollará un compromiso.
21. Permíteles crear un ambiente de oficina único
Los empleados a tiempo completo pasan más de la mitad de su día en el lugar de trabajo. Si el ambiente de trabajo es incómodo, estarán incómodos. Los empleados incómodos no dan lo mejor de sí.
Los ambientes de la oficina se pueden cambiar. Permíteles a tus empleados participar de este cambio escuchando sus ideas para hacer de la oficina un lugar más cómodo y divertido. Permite también que hagan cambios ellos mismos.
Por ejemplo, designa un día para pintar o para decorar. Utiliza color, arte, adornos, música y muebles para darle personalidad al espacio. La oficina debería ser divertida y acogedora. Y ya que están en esas, deshazte de los cubículos y crea espacios abiertos.
22. Se flexible
A los empleados no les gusta que haya alguien constantemente mirando sobre sus hombros. Sí, algunas personas necesitan ese nivel de supervisión. Sin embargo, la mayoría prefiere tener gerentes y supervisores que sean flexibles y que estén dispuestos a ceder algo de control.
Hay muchas formas de confiar en los empleados siendo flexible. Puedes permitirles trabajar desde casa, determinar sus horas de trabajo, decidir la cantidad de días personales o días por enfermedad que necesitan, o eliminar ciertos días feriados y añadir esos días a sus días de vacaciones. Es mucho más probable que acepten estas propuestas si se les incluye en la decisión. La flexibilidad no debe ser un problema, mientras cumplan con su trabajo.
Otra forma de ser flexible es permitirle a tu personal escoger un código de vestimenta razonable. Si los jeans rasgados y las chancletas no forman parte de tu imagen corporativa, elimínalos de la lista. Si no es posible cambiar el código de vestimenta diario, designa algunos días de vestimenta casual (los viernes, por ejemplo).
23. Enfatiza el balance de vida y trabajo
La falta de balance de vida y trabajo es la fuente de muchas crisis. El estrés que causa un mal balance de estos elementos trae problemas en el trabajo, en casa, en las relaciones de pareja, en la salud y en otros aspectos. Sencillamente, no hay forma de que no se afecte el desempeño de una persona cuando se siente que la están halando en todas las direcciones.
Ayudar a tus empleados a alcanzar ese balance de vida y trabajo es una de las cosas más valiosas que puedes hacer por tus empleados. Dales tiempo para recoger a sus hijos al colegio. Implementa políticas corporativas de tiempo flexible y teletrabajo. No les presiones a llegar a la oficina cuando se sienten enfermos. Establece un programa de bienestar en la empresa. Recuerda: son recursos humanos.
24. Implementa un programa de salud y bienestar
El estrés en el trabajo es la razón principal por la cual muchos empleados renuncian. También es la raíz de muchos hábitos que afectan la salud. Estudios y expertos reafirman que las iniciativas de salud y bienestar en el lugar de trabajo resultan en niveles más altos de productividad y de compromiso del empleado. De ese modo, contribuyen también a reducir la rotación. Pero no necesitamos de expertos y de estudios que nos digan eso. ¿Cierto?
Como parte de tu programa de salud y bienestar, puede proveer facilidades para que los empleados se ejerciten en la empresa. Alternativamente, puedes pagar al empleado la membresía a un gimnasio.
También puedes ofrecer exámenes de salud preventivos, clases de yoga, más tiempo para almorzar, consejería nutricional, masajes terapéuticos, opciones de almuerzo y meriendas saludables, programas de manejo de peso, incentivos para dejar de fumar, vacunación, y muchos otros beneficios.
Una búsqueda en línea sobre los programas de salud y bienestar te revelará grandes ideas que puedes implementar hoy mismo. Tus empleados te lo agradecerán.
Consejo extra: Trae a algún comediante una vez al mes, en la hora de almuerzo o al final del día de trabajo, para alivianar las tensiones usando la risa.
24. Contrata sabiamente
¿Alguna vez has contratado a alguien que estaba cualificado para el empleo, tenía una gran personalidad y actitud, pero luego resultó que no encajaba bien con tu empresa? Olvidaste el aspecto de tu cultura organizacional.
Si no conoces cuál es tu cultura, analiza tu empresa y descúbrelo porque necesitas basarte en tu cultura organizacional para contratar los candidatos correctos. Un candidato que paree bien con tu cultura organizacional es aquel que pueda trabajar bien con tus empleados existentes, que entienda y adopte tus valores y que disfrute el ambiente de trabajo en tu empresa.
Considera incluir a tus empleados en el proceso de contratación. Su presencia y participación pueden ser útiles durante la entrevista para ayudarte a contratar a la persona correcta. Permitirles ser parte del proceso de contratación también hará que tus empleados se sientan importantes, apreciados y más comprometidos.
Recuerda que el conocimiento se puede adquirir y las destrezas se pueden aprender, pero la actitud y la personalidad están para quedarse.
25. Consigue ayuda
Las responsabilidades típicas del departamento de Recursos Humanos—reclutamiento, integración, adiestramiento, evaluaciones de desempeño, manejo de beneficios, etc.—dejan poco o ningún tiempo para dedicarse a cultivar el compromiso del empleado y desarrollar la cultura organizacional.
Considera contratar a alguien que sea responsable de estos dos aspectos en tu organización. Esta persona puede analizar tu empresa y a tu personal. Hará recomendaciones y puede implementar pasos y procesos que aumenten el nivel de compromiso del empleado y la cultura organizacional. Debe también supervisar el progreso y medir los resultados.
Ya sea que decides hacerlo tú mismo o contratar a alguien para que lo haga, hazlo. Tener empleados más felices cuesta, pero vale cada centavo.